Elemento Madera
- "EstudioLeela"
- 13 may 2022
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Considerado frecuentemente como el primero en el ciclo de los cinco elementos, la madera significa creación: nacimiento, vida y su consecuente evolución. Como vínculo entre el cielo y la tierra, la creatividad del elemento madera cambia la energía celeste en forma terrestre.
En los árboles, que representan el elemento madera, son en todo el mundo símbolos de creación y nacimiento. En el ciclo de los cinco elementos la madera simboliza nuevos inicios: nacimiento, crecimiento y desarrollo. Es la fase en la cual nuevas vidas toman forma y se vuelven algo, En el ciclo de creación como la hija del agua, la madera emerge del conjunto universal y da origen a la separación de las formas individuales. En el ciclo de control, es controlado por el metal, que afilado, lo corta y lo limita o lo dirige en su crecimiento. En el mundo natural los árboles conectan el cielo y el suelo con las extensiones de sus muchos dedos de las ramas y raíces. Reteniendo de forma segura con un extremo la solidez de la tierra, los árboles son capaces de doblarse y girarse a medida que las condiciones alrededor cambian. Cambian la forma de su tronco para crecer hacia la luz, se amargan con el viento y se tuercen para evitar los obstáculos. Esta combinación de firmeza y flexibilidad es la llave de la supervivencia de los árboles y una de las características de la fase madera. Consiste en el crecimiento en relación al ambiente circundante, creando sistemas independientes complejos. A nivel físico de los seres vivientes en la faz de madera transforman la energía (que era conservada como energía potencial durante la fase) en materia.
En el ciclo de las estaciones, la madera corresponde a la primavera, cuando innumerables formas son creadas de la energía que había reposado, terminando y dormido en el frío invierno. Éste crecimiento, rápido y exponencial, simboliza la energía de la madera. La explosión de vida que trae la primavera se encuentra también en la comunidad animal. Tiempos de nacimientos para muchas especies, la primavera se caracteriza por las nuevas vidas. En primavera cada día se crean nuevas vidas y nuevas formas. El amanecer preanuncia la fase madera de un día: la mañana que nace con el surgido del sol. El día toma forma en la mañana a medida que determinados esquemas de condiciones atmosféricas se adecúan y concurren a definirlo. Es el límite del amanecer, el cual define el día y le da forma. La energía de la madera la que gobierna este periodo de formación y definición, y nosotros empleamos esta cualidad para planificar cada día y en el comenzar la acción. La fase madera de cualquier idea creativa involucra la inspiración, la planificación y la investigación que definirá lo que será hecho y cómo se realizará. Desde el momento en el cual una idea llega a la conciencia hasta cuando ésta se actúa plenamente predominan las energías creativas de la madera. La fuente de las ideas creativas está en el agua y las acciones que lo llevan a la luz están en la madera.
El clima asociado es el viento. El viento expresan las cualidades de la madera en el gran drama del cosmos; sus poderes de movimiento dirección muestra la tensión entre la firmeza y flexibilidad. El lenguaje del viento preanuncia el cambio, en efecto, el viento es un agente del cambio, llevando nuevas ideas y mezclándolas con las viejas. El viento de los cambios son los eventos impredecibles de la vida. Las sorpresas que nos requieren alterar la visión de nosotros mismos y de nuestros planes. Cuándo es canalizado hacia una fuente particular, como un molino o una vela maestra, el viento se vuelve un instrumento vigoroso que encarna en las energías de creación y definición. Pero también puede provocar devastación en la forma en forma de huracanes o ciclones. Puede llevar todavía más frío a una jornada ya fría o secar todavía mas un clima árido. El poder incontrolado del viento trae caos y destrucción. En la medicina china es considerado un elemento patógeno; el viento penetra en la piel, sobre todo en la cabeza, el cuello y en la parte superior de la espalda; y puede provocar también temblor o síntomas que cambian de lugar en un cuerpo como un viento que azota aquí allá.
A nivel emotivo, la madera se expresa como visión y dirección, la canalización de la energía hace un centro. Se expresa positivamente, la energía madera se manifiesta como coraje de la convicción, acción apropiada y capaz de capacidad de mantener las propias posiciones. Si abandonamos los planes demasiado fácil, a la madera le falta poder, mientras que, si nos atenemos demasiado obstinadamente aplane cerrados la madera es demasiado rígida. La emoción que corresponde a la madera en los textos clásicos, es la rabia, que se puede concebir como una fuerza sin un canal apropiado; nos hace dar vueltas enfurecidas como un viento que grita sin dirección. Nos volvemos irritables y enojadas cuando no podemos plasmar en acciones nuestras ideas, cuando no nos sentimos fuertes o nos encontramos de frente a cambios que no queríamos hacer. Frecuentemente la rabia surge cuando nuestro sentido de si ha sido comprometido, cuando sentimos que hemos sido descuidados, despreciados o deliberadamente obstaculizados. Estas situaciones ofenden el elemento madera porque la madera es la que sostiene nuestra individualidad, es nuestro ego.
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