Elemento Tierra
- "EstudioLeela"
- 28 may 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 abr 2020

La tierra es la madre de la vida. Con sus productos de hierbas y árboles, animales y personas, insectos, y alimentos, la Tierra ha sido objeto de adoración desde los tiempos antiguos.
Fuente de misterio y centro de la supervivencia, la Tierra y sus vicisitudes forman la base de muchas religiones. Dado que la fertilidad de la Tierra está fuertemente asociada con la fecundidad femenina, la Tierra que viene descripta en muchas mitologías es un personaje femenino y, más específicamente, una madre. Para los Griegos era Gaia, para los antiguos Daneses Nerthus, para los Hindú era Durga o Shakti, para los Nativos americanos simplemente nuestra Madre. En todo el mundo la Tierra es la madre y nutre continuamente la vida.
A pesar de que solamente nutren, muchas figuras de la Tierra reaccionan con rabia cuando son traicionadas o provocadas: sequias, fuegos, terremotos, e inundaciones son algunas de las armas a su disposición. En este rol es creadora y destructora: una dualidad evidente en las historias de la aldea Hindú Kali, responsable de la destrucción de aquello que crea.
Muchas épicas sobre la creación describen un matrimonio sacro entre la femenina Tierra y el masculino Cielo, que crean las criaturas terrestres. La griega Gaia y Urano crearon el tiempo, la tierra, las montañas, los dioses y los hombres. La Tierra yin y el Cielo yang de la China unieron las fuerzas para crear la humanidad, y la Madre Tierra y el padre Cielo de los nativos americanos crearon Hermano Sol y Hermana Luna y todo el resto siguió.
Si bien esencialmente femenino, el elemento Tierra del ciclo de los cinco elementos no es declaradamente un creador o un destructor. Más bien es una matriz, que contiene, consiente y sostiene los procesos vivientes, y también un filtro alrededor del cual giran los otros elementos. Como el caldo de cocción en una botella, o el cuadriculado sobre el cual se traza un gráfico, la Tierra en la cual sucede todo el resto, es pasiva y receptiva, y define el espacio en el cual existe la materia.
En el ciclo de la creación, la Tierra es creada por el Fuego, donde la ceniza representa algo nuevo y crudo cuando todo el resto esta quemado. Como la ceniza volcánica o
La ceniza de la foresta en llamas, los restos del fuego son nutrientes para el nuevo crecimiento. En el ciclo de Control la Tierra es controlada por la Madera, que con su crecimiento agresivo pone límites a la capacidad de donar de la Tierra.
Como centro en el ciclo de los Cinco Elementos, es considerada la primera fuerza estabilizadora. Mientras la energía se expande en las fases Madera y Fuego, y se contrae en las fases Metal y Agua, la Tierra es el punto en el medio en que hay transición y un equilibrio atentamente mediado que la controla. Las Fuerzas centralizadoras de la Tierra están presentes en todos lados donde suceda la transición, de modo que en el ciclo de los Cinco Elementos, en el cual su misma esencia es el cambio, la Tierra preside la continuidad. En cierto sentido es la casa de todos los elementos y el centro estable en el cual están radicados. Mientras cada uno de los elementos contiene aspectos de todos los otros, la Tierra más que los demás refleja el conjunto del ciclo y puede ser definida en términos como el ciclo mismo. Los atributos de la Tierra pueden ser comprendidos como sus aspectos Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua.
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